Hace un tiempo os traje a este blog la reseña de
Sombras de agua (podéis leer la reseña
aquí), la tercera entrega de la saga del
doctor Fernando de Zuñiga, un personaje por el que puede reconocer sin rubor
que siento debilidad. La novela me gustó mucho y por ese motivo no podía dejar
pasar la oportunidad de tener una charla con Félix G. Modroño, un autor muy
cercano y con el que he compartido muchos eventos literarios y todo hay que
decirlo alguna que otra Cruzcampo.
En el invierno de 1684, el doctor Zúñiga parte desde Valencia con destino a Venecia para cumplir con una importante misión diplomática. Sin embargo, sus dotes como investigador han traspadado fronteras y el dogo le encarga que averigüe lo que se esconde detrás de un mensaje anónimo que amenaza con el hundimiento de la ciudad.
Para ello contará con la ayuda de Elena Corner Piscopia, la primera mujer reconocida con un doctorado universitario, quien ha organizado una reunión de cientificos para debatir sobre la vigencia del pensamiento de Aristóteles. A ella acudirán desde Newton o Halley hasta Leibni.
Inmerso en una Venecia fría y brumosa, marcada por los carnavales y la música, y con las mentes más brillantes de Europa a solo unos pasos de él, el doctor Zúñiga vivirá una de las experiencias más apasionantes de su vida.
Libros en el petate : ¿Qué
le supone a Félix G.Modroño reencontrarse con Fernando de Zúñiga?
Félix G. Modroño: Es el
primer personaje de mis novelas. Le tengo un cariño especial, no solo por ser
el primero sino por haberse erigido en una especie de “alter ego” de su
creador. Son muchas noches las que hemos pasado juntos y, de algún modo, creo
que a estas alturas voy tomando cosas de él.
L.P: Sé
que muchos han aplaudido que rescates al bueno de Fernando para una tercera
entrega tras varios años sin saber de él. Con el paso del tiempo qué Fernando
de Zúñiga van a encontrarse.
F.G.M: Para los lectores han pasado más de siete años pero para el doctor
Zúñiga apenas han transcurrido unos meses desde su última aventura. Él no ha
cambiado, pero sí su autor, por lo que nos encontraremos a un Zúñiga más
reflexivo y más fatalista, si cabe.
L.P: Cuál ha sido el detonante para crear esta historia.
F.G.M: Venecia. Es un lugar que me fascina. Quería bucear en su historia y
ahondar en lo que se esconde detrás de ese decorado en el que se ha convertido.
Me apetecía ahondar en el alma de la ciudad. Los escenarios son absolutamente
relevantes en mis novelas.
L.P: Lo
de hacer una historia sin mucha mención a las anteriores ha sido intencionado
para enganchar a los que no conocían al bueno de don Fernando o no estaba
planeado así.
F.G.M: A pesar de que llevo tres novelas escritas de Zúñiga
no son una trilogía, sino más bien una saga. Mi intención es que el lector
descubra a don Fernando en cualquiera de sus aventuras sin necesidad de haber
leído las anteriores.
L.P: Te
has convertido en un autor donde las ciudades toman gran importancia en tus
novelas. Por qué esa fijación con las urbes.
F.G.M: Porque me encanta contar historias en las que el
lector se sumerja. Busco que el lector me acompañe en el viaje a través de
todas las páginas de mis libros. Para ello es fundamental la ambientación. Me
ayuda a dar credibilidad a lo que narro. Y, por supuesto, es imprescindible
para que el lector se sienta transportado a mis mundos.
L.P: En
esta ocasión es Venecia, sabías lo que buscabas cuando fuiste allí.
F.G.M: Sí. Como siempre. Son dos cosas. Visitar los lugares
por los que van a pasear mis personajes y perderme sin rumbo fijo para dejarme
llevar por los detalles, por la esencia de la ciudad.
L.P: Qué te ha sorprendido de tu estancia en la ciudad de los canales.
F.G.M: Que hay
una Venecia que no aparece en las rutas turísticas. Una Venecia por la que casi
da miedo caminar de noche.
L.P: Qué
supuso Venecia en aquella época en Europa.
F.G.M: Hubo un momento en la historia en que fue la mayor
potencia marítima del mundo. De este modo controló el comercio por el
Meditarráneo. Su participación fue necesaria en todas las Ligas Santas que se
organizaron contra el turco. Por otro lado, era una ciudad rica y culta,
apasionada por la música.
L.P:¿Existió
la reunión de grandes pensadores que narras en tu novela? Hasta que punto fue
tan real como la cuentas. Pudo haber sido algo único para la época.
F.G.M: No existió, pero me pareció interesante reunir a las
principales mentes del momento para que debatieran sobre la vigencia del
pensamiento de Aristóteles en un momento en que a los científicos les costaba
desprenderse de su aprendizaje religioso. Algunos sí se conocían entre sí y
otros se carteaban contándose sus experimentos. Me siento especialmente
orgulloso de haberles dado cabida en mi novela.
L.P: Te
gusta introducir personajes y hechos reales en tus novelas aunque en esta
ocasión han tenido un papel más participativo. Te ha supuesto un hándicap o te
gustan esos retos.
F.G.M: Lo más complicado de introducir personajes reales es
que tienes que conocerles muy bien, ponerte en su lugar, saber cómo pensaban,
cómo reaccionarían ante una situación determinada. Esto por un lado te limita
pero por otro, si la documentación es buena, te facilita la creación de
personajes fantásticos.
L.P: Tu
personaje es de los que se empatiza fácil con él. Crees que de verdad había
personajes así en aquella época.
F.G.M: Sin duda. Es un momento de transición científica e
intelectual. No olvidemos que en esa época nace el movimiento novator en
España, que no deja de ser el origen de la Ilustración. Razoné que de haber
personas cultas, estas se cuestionarían todo lo establecido por las
supersticiones, la religión, los tabúes. Zúñiga es un personaje lleno de
contradicciones internas en permanente búsqueda de sí mismo.
L.P: Nadie
te ha dicho nunca que le des alguna alegría a Fernando de Zúñiga.
F.G.M: No hay conversación sobre Zúñiga que no desemboque en
sugerencias al respecto (risas). En su próxima aventura me lo plantearé muy
seriamente.
L.P: Tengo
curiosidad desde que nos conocimos aquel día lluvioso en la librería Repiso.
Por qué la obsesión por los ojos grises.
F.G.M: Los ojos grises que aparecen en “Sombras de agua” son
un guiño a “La ciudad de los ojos grises”. Y estos a su vez a unos ojos del
pasado, que forman parte de mi vida.
L.P: Habrá
más entregas de Fernando de Zúñiga o con Sombras de Agua has cerrado un ciclo.
F.G.M: De momento dejaré al doctor Zúñiga tranquilo en su
casa de Salamanca, pero espero que haya más entregas más adelante. Me cuesta
abandonarle a su suerte.
L.P: Yo espero poder seguir teniendo la suerte de disfrutar de más aventuras de Don Fernando. Muchas gracias por tu tiempo Félix.
F.G.M: Gracias.
Si aún te preguntas si merece la pena leer este libro, volveré a decirte que sí,sí y sí.